CRISTO PORTEÑO (Zamba)
Si Cristo fuera porteño,
¡Ay pobre Cristo! ¡Qué vida fulera!
Nadie se asombraría
si la historia se repitiera.
Nacería de parto difícil
en un rancho de "Villa Cualquiera"
Navidad peligrosa del pobre
que no puede pagar la partera.
Crecería de golpe y porrazo;
sin juguetes, vacunas, ni escuela;
de rodillas lustrando a los otros
o vendiendo pastillas de pena.
¡Ay pobre Cristo! ¡Qué vida fulera!
¡Pobre Cristo! ¡Qué vida fulera!
Muchachón, ya te veo pateando
mocasín distraído en la tarde,
melenudo buscando un rebusque
por las siete avenidas del hambre.
O en un viejo boliche del centro
repartiendo tu vino berreta,
con un muerto que ama la vida,
con un yiro que viene de vuelta.
Un amigo con alma degutil
ha vendido tu piel por un mango
y algún Poncio Pilatos muy rico
con tu llanto se lava las manos.
¡Ay pobre Cristo si fuera porteño!
Uno más del montón: ¡Pobrecito!
Tanto tiempo rompiéndose el lomo
por un poco de chaucha y palitos.
Si Cristo fuera porteño,
¡Ay pobre Cristo! ¡Qué vida fulera!
Nadie se asombraría
si la historia se repitiera.
Una cana, un dolor, una arruga
con su bronca se iría gastando
jubilado, esperando la fecha
rasguñando las puertas de un banco.
Y después, al final del olvido:
Hospital de la muerte que llega.
Un adiós de madera barata.
Una tumba perdida en la tierra.
¡Ay pobre Cristo! ¡Qué vida fulera!
¡Pobre Cristo! ¡Qué vida fulera!
¡Pobre Cristo! ¡Qué vida fulera!
¡Pobre Cristo! ¡Qué vida fulera!
¡Pobre Cristo! ¡Qué vida fulera!
Si Cristo fuera porteño,
¡Ay pobre Cristo! ¡Qué vida fulera!
Nadie se asombraría
si la historia se repitiera.
Si Cristo fuera porteño,
¡Ay pobre Cristo! ¡Qué vida fulera!
Nadie se asombraría
si la historia se repitiera.
Nacería de parto difícil
en un rancho de "Villa Cualquiera"
Navidad peligrosa del pobre
que no puede pagar la partera.
Crecería de golpe y porrazo;
sin juguetes, vacunas, ni escuela;
de rodillas lustrando a los otros
o vendiendo pastillas de pena.
¡Ay pobre Cristo! ¡Qué vida fulera!
¡Pobre Cristo! ¡Qué vida fulera!
Muchachón, ya te veo pateando
mocasín distraído en la tarde,
melenudo buscando un rebusque
por las siete avenidas del hambre.
O en un viejo boliche del centro
repartiendo tu vino berreta,
con un muerto que ama la vida,
con un yiro que viene de vuelta.
Un amigo con alma degutil
ha vendido tu piel por un mango
y algún Poncio Pilatos muy rico
con tu llanto se lava las manos.
¡Ay pobre Cristo si fuera porteño!
Uno más del montón: ¡Pobrecito!
Tanto tiempo rompiéndose el lomo
por un poco de chaucha y palitos.
Si Cristo fuera porteño,
¡Ay pobre Cristo! ¡Qué vida fulera!
Nadie se asombraría
si la historia se repitiera.
Una cana, un dolor, una arruga
con su bronca se iría gastando
jubilado, esperando la fecha
rasguñando las puertas de un banco.
Y después, al final del olvido:
Hospital de la muerte que llega.
Un adiós de madera barata.
Una tumba perdida en la tierra.
¡Ay pobre Cristo! ¡Qué vida fulera!
¡Pobre Cristo! ¡Qué vida fulera!
¡Pobre Cristo! ¡Qué vida fulera!
¡Pobre Cristo! ¡Qué vida fulera!
¡Pobre Cristo! ¡Qué vida fulera!
Si Cristo fuera porteño,
¡Ay pobre Cristo! ¡Qué vida fulera!
Nadie se asombraría
si la historia se repitiera.
HORACIO FONTOVA
4 comentarios:
Hola, este tema LO CANTA Fontova pero no le pertenece. La letra que transcribiste es de Francisco Bagalá. La música es de Jorge Gonzalez.
una pequeña corrección: es "un amigo con alma de útil". Saludos.
Lo canto yo, pero es del Tano Bagalá y Jorge González!
Cómo vamos a extrañar tu voz, Negro querido
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